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Cómo calentar los pies fríos en invierno

Cómo calentar los pies fríos en invierno: 8 Trucos para resistir a las bajas temperaturas

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Pocas cosas son tan molestas como tener los pies helados. Y es que la cantidad de frío que nos entra no tiene nombre.

Este invierno no está siendo el más amigable en términos económicos. Solo hay que ver la factura de la luz y del gas para darse cuenta de que la calefacción está por las nubes.

Pero al mal tiempo… ¡Happy Ideas!

Hemos preparado unos cuantos tips sobre cómo calentar los pies fríos sin necesitar de radiadores.

Porque nos encanta estar bien calentitas en casa. Algo que ni la peor de las olas de invierno nos puede quitar.

Uno de los mejores remedios para mantener los pies calentitos es moverlos. Sal a pasear, baila, salta y pasa tardes divertidas con tus amigas.

Qué hacer para no tener los pies fríos

Lo más común cuando se piensa en cómo calentar los pies fríos, es acercarlos a una fuente de calor.

¡No lo hagas! Esto es pan para hoy y hambre para mañana.

Está bien, es muy agradable. Pero el objetivo no es que esto dure unos instantes. En cuanto te alejes, la sensación de frío volverá.

Así que en Happy Ideas priorizamos en otras opciones mucho más duraderas. Esas que te dejarán con la sensación de paz que tanto te mereces.

Sigue cualquiera de los consejos. Dos de ellos, tres o cuatro. ¡Incluso los cinco a la vez!

Lo único que importa es que las bajas temperaturas no te vuelvan a molestar nunca más.

Usar calcetines para pies fríos

Los calcetines para pies fríos son el mejor consejo que te podemos dar.

Utiliza los más gorditos de todos. A ser posible, hechos de lana. Ya verás que sensación de confort. Sentirás que caminas sobre una nube.

En nuestra sección de calcetines encontrarás varias opciones.

Como todo lo que tenemos en Happy Ideas, son de lo más originales y monos. ¡Quién dijo que no se puede ser creativo con los calcetines!

Hacerte con un calientapiés

¿Se puede tener los pies fríos con calcetines? Lamentamos comunicarte que sí.

Pero no pasa nada, hay muchas más formas de mantenerlos bien calentitos.

En este punto, te animamos a que compres un calientapiés. Una mini manta que te cubrirá hasta los tobillos.

Lo puedes usar cuando estás en el sofá. También mientras teletrabajas. Da igual: lo único que importa es lo cómoda que vas a estar.

En nuestra tienda tenemos un calientapiés de palomitas. No nos preguntes cómo, pero siempre encontramos la forma de hacerlo todo más cuqui.

Calienta pies
Calienta pies

Elegir las mejores zapatillas de casa para pies fríos

Creemos que no hay alivio mayor que llegar a casa y quitarse los zapatos.

No obstante, en invierno esto nos puede deparar la más desgarradora de las heladas al pisar el suelo descalzas. Porque a veces ni los calcetines evitan el frío.

¡Corre! Ve a la habitación y saca tus pantuflas. Es el momento de olvidarse de aquello de lucir para dejar de sufrir.

Eso sí, asegúrate de que son zapatillas de casa para pies fríos. Al igual que los calcetines, es preferible que sean gorditas y de lana.

La alimentación importa más de lo que crees

Si tu armario no da para más, entonces es importante que sigas hábitos saludables. Como siempre, la alimentación es de gran ayuda en este sentido.

Todo lo que te hemos contado sobre cómo calentar los pies fríos carece de sentido si no haces pequeños esfuerzos por tu parte.

Olvídate del café, los lácteos y del alcohol. Mucho menos del tabaco (esto hazlo para siempre, ya que estamos).

En su lugar, bebe mucha agua. Aunque no tengas sed. La deshidratación tiende a enfriar los pies, así que mantén aquello de los dos litros diarios.

A su vez, te animamos a incorporar alimentos como la pimienta, la canela, la cayena y todo cuanto tenga vitaminas C, E y K. Esto hace que fluya más la sangre para que llegue a los pies.

¡Ya lo ves! Nada como comer bien para estar a gusto en nuestro cuerpo.

¡Dale movimiento a los pies!

Otra de las opciones sobre cómo calentar los pies fríos es darles movimiento. No solo por fuera, sino también por dentro.

Deja que nos expliquemos.

Salir a pasear es bueno para la circulación. También te ayuda a entrar en calor. De hecho, puedes aprovechar para hacer las tareas de la casa y matarás dos pájaros de un tiro.

Sin embargo, también puedes calentarlos desde la comodidad de tu sofá. Mételos en un barreño con agua para reactivar la susodicha circulación.

Esto también se consigue con masajes con cremas hidratantes. No solo los calentarás, sentirás un alivio sin igual en toda la planta.

Calcetines para pies fríos
Calcetines para pies fríos

¿Pies fríos en la cama? La solución definitiva

Ahora que ya sabes qué hacer para no tener los pies fríos en el día a día, pasemos a otro tema de interés: la noche.

Da igual lo grande que sea el edredón o cuanto nos cubramos. Cuando el frío llega, llega.

Así que, si eres de las que pasan por una auténtica odisea al irse a dormir, te traemos otras tantas soluciones.

Lo mismo de antes: usa tantos trucos para los pies fríos en la cama como consideres. El objetivo es que duermas del tirón toda la noche.

  • Bolsas de agua caliente. Pocas opciones son tan antiguas como esta. Las abuelas lo utilizaban en su época y dinos, ¿hay alguien en el mundo que sepa más que ellas? Mete estas bolsitas en el microondas, deja que se calienten y ponlas en el borde de la cama antes de meterte en ella.
  • Date una duchita antes de dormir. En lugar de conformarse con un barreño de agua, date una ducha. Además de calentar los pies, sentirás cómo todos tus problemas acumulados durante el día se disipan. Relax en estado puro.
  • Cambia tu ropa de cama. Colocar el edredón es algo que nadie olvida. Pero, ¿qué hay de las sábanas? Cómprate un juego de algodón y asegúrate de que es de calidad. Así te taparás sin que el calor se apodere de ti, ya que el aire seguirá en movimiento.

Con todos estos truquillos de cómo calentar los pies fríos dentro y fuera de la cama, estos meses te serán más llevaderos.

Sabemos bien que tienes ganas de que las temperaturas vuelvan a subir. Sin embargo, por el momento, saca la mejor de tus sonrisas al estilo Happy Ideas.

¡El invierno puede ser muy reconfortante!

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